Sanex


Estoy aquí en lo más remoto del mar, a salvo de tu tacto a ratos, al este de tus sonrisas enormes, inmensas, pero insuficientes cuando estás a mi oeste y no dentro. O peor, cuando tú estás dentro, latiéndome, y yo estoy fuera, sin poder tocarte. Estoy aquí, como decía, en lo más remoto del mar, sigo recordándote, porque huelo a sal y no consigo concentrarme lo suficiente como para soñar que llegas a quererme. Ni aunque te invente de puntillas. Ni aunque te sueñe de rodillas.
Da igual entonces que esté en el mar, que tenga tanto verde para camuflar, da igual cuando termino respirando arena y encallando, sabiendo que con mis lágrimas acudirás a salvarme pero no te quedarás. Eres atea y nunca te propusiste resucitar mis pulsos.
Y estoy seguro de que allí, a mi oeste, tu piel sigue oliendo a sana. Sin embargo a mi me envenenas cada vez que (no) te respiro.

“La prefiero compartida, antes que vaciar mi vida”

Foto: Sherezade

7 comentarios:

en medio de cualquier punto cardinal me he trovado tus palabras....

en un apartamento, contigo dentro.

9:47 p. m.  

Yo por eso dejé de respirar hace tanto...

1:50 a. m.  

una preciosa rosa de los vientos, toda una brújula de sentimientos sin norte.

8:00 p. m.  

no es perfecta, mas se acerca a lo q yo, simplemente soñé

abrazos ausientes desde el norte

4:48 p. m.  

Olerá a sana seguro pero deberías cuidar ese veneno...

9:56 p. m.  

Y la espuma del mar, y las huellas descalzas, la pezuña de un toro blanco.. y el nacimiento de Europa.
Gracias, me trajistes buenos recuerdos.

9:58 a. m.  

en que meridiano te encontras? y con que facilidad debilitas mi pulso. Soy fanatica de las palabras justas,y las tuyas me cortan el respiro!!

4:40 a. m.  

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