Lo jodido es seguir soñándote


Lo jodido es seguir soñándote. Que las mañanas siempre terminen enmarañándose en tu reloj de pulsera, debidamente adelantado, ahora te estarás levantando, te vestirás rápido huyendo del invierno en las baldosas, ahora te desayunarás las ojeras con tostadas. Lo jodido es que no conocí nunca a nadie que le sentasen tan bien las ojeras. Ni que me hiciese llorar sin lágrimas. Con los ojos atestados de recuerdos, sin levantar acta judicial por todos los accidentes. Lo jodido es que aún me estremece tu tacto, el recuerdo inequívoco de tu lengua gateando por mi espalda y tú gimes bajo otras manos. No, que va, eso no es lo peor, no duele tanto imaginarte desnuda, reflejándote en otros ojos, como saberte rendida a ellos. Como saber que sonríes en otras grietas, que mis brazos no pudieron provocarte una sonrisa perdurable en el tiempo, en cualquier tiempo. Lo jodido es que le quieres a él y no a mí.
Y no me queda ni el consuelo de querer odiarte, de culparte o de arañarte la imagen con las cuchillas afiladas de un rencor que no es tal, que nunca podría ser tal, no me queda el bálsamo de quemar los cuentos que nunca pude llegar a contarte. Porque terminaría por reescribirlos en los tuyos.

Foto: Endika G.G

El texto no es exactamente mío...


6 comentarios:

Sea quién sea quién lo haya escrito, me parece un texto precioso..

Besos

3:25 p. m.  

"Y ahora, que duerme acompañada, confieso que no quiero otra cama, si a menos de dos cuartas no se encuentra su cara"

Es jodido, sí, y duele, puede ser cierto, pero ya sabeis (el autor y tú, Natxo) el "pero" que le pongo a este texto. La poesia a veces duele, en ambas direcciones.

11:02 p. m.  

ciertamente, eso es lo jodido

abrazos ausientes desde el norte

1:02 p. m.  

Gran texto, sin duda alguna.

Siempre me ha intrigado eso de los sueños, lo bueno o destructivo que puede resultar, porque los sueños los construimos a voluntad y olvidamos que nunca podrían corresponderse a la realidad. Ni siquiera las pesadillas.

Aunque mientras lo sueñas es real, en ese instante nadie puede quitarte esa realidad. Y eso, o te hace sonreír y te acaba matando.

12:42 p. m.  

"Que las mañanas siempre terminen enmarañándose en tu reloj de pulsera, debidamente adelantado"

En contadas mañanas, cuando el reloj va a saltar de las 07.59 a las 08.00, pero no ocurre así, sino que salta a las 07.60. En esas contadas mañanas, todo está bien, todo es especial.

Saludos sónicos,
sergi

4:22 p. m.  

Lo jodido es que tienes razón, eso es lo jodido sin más.
Un abrazo Natxo.
Mamen

3:12 p. m.  

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